Año: 1979.
País: México.
Director: Arturo Ripstein.
Género: Brujería.
Sinopsis: La vida del matrimonio conformado por
Lucía (Diana Bracho) y Rodolfo (Manuel Ojeda) junto con sus hijos, se verá
transformada en una espiral de emociones y de sucesos macabros con la llegada
de la misteriosa tía Alejandra (Isabela Corona).
Impresión inicial: Yo sufrí de taboaditis aguda. Me
explicaré. Antes de esta película, no creía que otro realizador pudiera crear
atmósferas igual de asfixiantes y terroríficamente hermosas como las que
Taboada creó. Me la recomendaron y decidí dejar mis prejuicios (o malinchismo)
a un lado y decidí darle una oportunidad.
Guión y desarrollo: Desde el instante en el que la
tía Alejandra entra fríamente después de cierto suceso al inicio de la película,
uno teme lo peor y más si hay niños involucrados. Pero mientras se va
desarrollando y va creciendo la tensión y ese misterio que rodea a la familia
por culpa de esta señora, que afortunadamente o que yo sepa, no tengo tías
abuelas así. Las muertes impresionan un poco y sorprende el cinismo de esta
mujer que sea así con la familia que le ha dado acogida en su no tan humilde
hogar (ellos podrían fácilmente pasar por familia de clase media). Tiene sus
ases bajo la manga y tiene sus incongruencias, por decir algo, ¡¿Cómo se le
ocurre a la madre confiar a su hija a… un doctor que acaba de conocer y que
aparte se la llevará en tren a otro estado?!
Aspectos técnicos: Me gustaron las composiciones,
también la fotografía (no me hagan mucho caso, todo lo que sea setentero me
gusta :P), incluso la muerte con la cama se que se hace de agua… es algo que no
he vuelto a ver (tal vez no de la manera en la que es plasmada en esta
película).
Actuaciones: Siempre alabaré las tablas que tiene
Diana Bracho a la hora de actuar. Manuel Ojeda deja su lado ‘‘ojete’’ y ahora
no se da a odiar como en el 98% de los personajes que ha interpretado en su
carrera. Isabela Corona es la que transmite un sinfín de sentimientos, uno
aplaude cuando anda de maldita, pero también uno se saca de onda al verla como
si nada enseñándole a los niños ciertos rituales (aquí no hay barridas con
blanquillos ni remedios para curar el empacho) y esas miradas con enfrentamientos
que se dan Lucía y Alejandra…
Conclusiones: Da mucho orgullo saber que en México
se puede dar este tipo de largometrajes, pero tristemente, con los tiempos que
corren, los mexicanos recurrimos (suelo confesar que yo también he pecado de
eso) a las gringadas y queremos sangre, víceras, sexo, chicas desnudas (cosa
que uno no menosprecia, pero tiene que llevarse bien, como The Cabin in the Woods
que tiene esos ingredientes y de plano… de plano… no pues esa es gringa -.-).
Ojalá y volvieran a darse joyas de este tipo, no quiero superarlas o emularlas,
sino que las hagan sin pretensiones. Vaya paradoja.
Curiosidades: Diana Bracho y Manuel Ojeda
participaron en la tercera temporada de la desaparecida adaptación mexicana de
la serie argentina Mujeres Asesinas. María Rebeca (Marthita) tiene una larga trayectoria en las
telenovelas y el cine mexicano, salto a la fama cuando participo en la película La niña de la mochila azul.
Calificación: 8/10
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