Año: 1968.
País: México.
Director: Carlos
Enrique Taboada.
Género: Fantasmas.
Sinopsis: Debido a
una indiscreción de un grupo de compañeras de un colegio femenino, quedan
castigadas dentro del plantel durante las vacaciones. El fantasma de una ex
alumna atormenta a una de ellas, Claudia (Alicia Bonet) junto con sus otras
compañeras se verán envueltas bajo el manto espectral del fantasma de Andrea y
ese incesante viento que no deja indiferente a los personajes ni al espectador.
Impresión inicial:
Película mexicana que es una de las joyas del cine de terror mexicano. Película
que seguramente ''traumatizó'' e ''impacto'' a la generación de aquel entonces
y las que vinieron. Antes de verla, creí que quedaría marcado de por vida... no
me equivoqué, aunque no fue del modo ''terrible'' que creí en aquel momento (la
vi a los 10 años estando solo en la casa mientras afuera el clima estaba igual
de incesante que en la película)
Guión y desarrollo: Sin tener presente el criterio
de niño (remontándome a la primera vez que la vi), me siento muy familiarizado
con la trama, el como se va desarrollando la historia y creo que para alguien
que quiera acercarse a la película, se encontrará con un ritmo más que
correcto, tal vez ‘‘adelantado’’ para su época, ya que estoy de acuerdo con
varias personas que la han visto por primera vez: Mientras se desarrolla la
película y después de ese inicio que tiene, te vas encariñando e identificando
con los personajes. Te involucras con la inocencia de Claudia, con la altanería
de Ivette, el cinismo de Kitty, la timidez de Silvia, la chismosa de Josefina y
las otras dos chicas (Marina y… no dicen el nombre de la otra chica, sino
manténgase pendientes del nombre, obviamente se darán cuenta de quién hablo)
que hacen entrañables sus personajes ya sea por sus momentos chuscos o de
temor. Esas fueron las chicas (y ni tanto que algunas ya pasaban de los 20,
incluso una de los 30), ahora tocan los personajes ‘‘maduros’’, los cuales
tienen una evolución muy notoria. Es obvio que se notan los actos, y siento que
ninguno se hace tedioso, sino como antes mencioné, uno se preocupa por los
personajes y se encariña y/u odia.
Luego viene el personaje que ha causado (directa e
indirectamente) el meollo de todo esto, la melancólica Andrea, ya que en cada
aparición que ella tiene, ya sea por sus, ya clásicos ‘‘¡¡Clauuudia!!’’ o sus
lamentos, su presencia o ausencia no deja indiferente a nadie. Si no es ella,
es el viento, el cual es otro personaje a destacar.
Aspectos técnicos: Como en toda película de Taboada
(o tal vez de la época), se repetía el metraje ya mostrado, ya fuera el audio
(cuando las chicas buscan atrapar a un gorrión y cuando hace acto de presencia
el búho) o escenas anteriores (cuando Silvia se queda paralizada en el momento
que Josefina las sermonea por lo del incumplimiento de las reglas). No me
agrada, pero por el amor que le tengo a esta película, casi se lo dejo pasar,
es eso de que enciendan una vela y toda la habitación se ilumina, digo, ¡QUÉ
VELA TAN MÁS POTENTE! O lo mismo con una lámpara o con la luz de la Luna (el
momento en que Kitty busca el retrato de su novio y el gato aparece, chequen la
luz). El efecto del viento (quiero suponer que no hubo efecto alguno, pero por
si acaso) está muy bien logrado, las apariciones de Andrea y sus lamentos son
contados, pero muy efectivos. Andrea, que no luce un maquillaje grotesco ni muy
espectral, es un fantasma que te transmite tristeza y terror al instante, tal
vez por su mirada hipnótica o por su look de principios de los 60’s. Los
uniformes de las chicas son un clásico, al igual que sus peinados, que a mí que
me gusta buscarle tres patas al gato, siento que cada una tiene su personalidad
muy notoria y los peinados son un buen ejemplo de ellos. Otro aspecto es el
juego de las sombras, mostrando ‘‘la verdadera personalidad’’ de cierto
personaje, detalle muy bien cuidado aunque algo ‘‘facilito’’ para el
espectador, que obviamente no es un achaque, ya que da pie para momento de
tensión en la trama.
Actuaciones: Es el momento de la verdad, y lo digo
porque no he mencionado a las que realmente se lucen en sus respectivos
personajes, los cuales son muy opuestos: Lucía (Maricruz Olivier) y Bernarda
(Marga López). Podría verme muy limitado al momento de hablar de actuaciones,
pero tanto ellas como Alicia Bonet (Claudia) y Norma Lazareno (Kitty) se comen
con patatas y gravy a las demás actrices y a los pocos actores de la película.
Aunque como mencioné antes, uno las tiene identificadas por sus personalidades
y no fallan precisamente en ese aspecto (la tímida no se hace guarrona ni la
altanera se hace dulce). Resaltaría a Marga López que se da a odiar y a la vez,
uno trata de comprender su dureza y su forma de encarrilar a estas chicas; y su
contraparte, Lucía (Maricruz Olivier) que trata de guiar y aconsejar a las
chicas, es la fuerza maternal que Bernarda no sabe plasmar bien, pero Lucía lo
demuestra naturalmente. Uno termina deseándole lo mejor a este personaje.
Conclusión: ¿Qué más les podría decir? Amo y adoro
esta película, tanto que… cuando me enteré del remake, pensé que le haría
justicia a esta historia de horror gótico, que con los medios actuales
corregirían esos aspectos técnicos algo bochornosos, pero ‘‘teatrales’’ de
aquella época, pero… lo que aquí probablemente se insinúa sutilmente (hay que
tener una mente cochambrosa como los que escribieron el ¿guión? del remake) en
el remake lo anuncian con letras de neón y tamaño ballena azul (o tamaño
Godzilla). Me encantan las actrices, me encanta la fotografía, la ambientación,
el desarrollo de la historia y ese más que correcto final.
Curiosidades: Antes de esta película, Marga López ya
había participado en otro clásico de Taboada [El libro de piedra] y en esa
misma película hizo mancuerna con Norma Lazareno, la primera como institutriz y
la segunda como madrastra, acá es curioso que la primera sea directora y la
segunda sea estudiante. Hay cierta escena en la que, en internet perjuran que
aparece un fantasma, que es el momento en que SPOILERS las chicas están
atrapadas en el dormitorio, logran abrir la puerta, salen y antes de que cambie
la toma, se ve una sombra que las sigue FIN DE SPOILERS puede que haya sido
verdad, pero en ese momento, uno puede decir que, pudo ser un efecto de esa
iluminación ‘‘excesiva e imprudente’’ que mencioné o en realidad si era uno (ya
que no queda nadie cuando aparece). Es curioso que en varios lugares digan que ‘‘la
chica sin nombre’’ se llame Liliana, cuando en ningún momento de la película la
mencionan de esa manera (y eso que he visto la película más veces de las que
debería de considerarse ‘‘normal’’), igual y alguna personas de aquella época y
conocedora del elenco hizo esa aportación.
Calificación: 10/10
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