domingo, 31 de agosto de 2014

Reseña: American Horror Story lll Coven


Año: 2013 - 2014

Sinopsis: Han pasado más de 300 años desde los turbulentos días de los juicios de Salem. Aquellas brujas que lograron escapar ahora están en peligro de extinción. Se están produciendo misteriosos ataques y por ello, deciden enviar a las más jóvenes a una escuela especial en Nueva Orleans donde puedan aprender a protegerse. Una de ellas es Zoe (Taissa Farmiga), que llega al lugar ocultando un terrible secreto. Además, alarmada por las recientes agresiones, Fiona (Jessica Lange), la por mucho tiempo ausente bruja suprema, decide volver al lugar para proteger a las suyas... y que nadie se interponga en su camino.

Y con esa ‘‘supuesta’’ primicia de Coven, trataré de adentrarme con una incalculable cantidad de SPOILERS en esta tercera temporada tan genial que supera a duras penas la primera temporada (bajo mi criterio), pero que no logra ganarle a la segunda temporada.

No es secreto que el tema de la magia es algo que me llama mucho la atención. Remontándonos a nuestra dulce infancia o adolescencia, Charmed (1998-2006), Sabrina (1996-2003), Hocus Pocus (1993, Kenny Ortega) y las primeras dos entregas de Harry Potter (2001-2002, Chris Columbus) jugaron un papel importante.

Con AHS: Coven, uno verá la versión oscura y retorcida de lo mejor de lo anteriormente citado, incluso con personajes históricos como Madame LaLaurie, Marie Laveau y El asesino del hacha, o sea, figuras que permanecen dentro de las historias de terror de Norteamérica.
La trama que sirve como pegamento para los trece capítulos funciona, pero lo planteado en el primer episodio daba para más.

Se supone que esta temporada trataría de una escuela para brujas, lo cual se cumple y el personaje de Taissa Farmiga (American Horror Story: Murder House, The Bling Ring) es la sosa excusa para adentrarnos en ese instituto para jovencitas (ni modo, chicos; Ryan no quería una versión bruja de Glee) con dones extraordinarios. Seguiremos a Zoe (Farmiga), Madison (Emma Roberts), Nan (una sorpresiva y refrescante Jamie Brewer) y Queenie (Gabourey Sidibe), las cuales están bajo la tutela de Cordela (Sarah Paulson). Luego aparece Fiona (una extraordinaria e infalible Jessica Lange), que aparentemente regresará a New Orleans para proteger a las chicas de la escuela de los cazadores de brujas, los cuales quemaron viva a una bruja sin hogar (magnífica Lily Rabe).


Por cierto, el personaje de Lily Rabe da para todo un post, pero con ‘‘magnífica’’ quiero resumir su participación dentro de la trama, porque aparte de que uno se encariña con ella por su inocencia y el aura que la rodea, al menos yo le hallé similitud con Jonna Lee y su iamamiwhoami, entonces… Soy fan de Misty Day y detractor del trágico giro que tuvo.

Pero no. Se tocan tantos temas, como el hallazgo de Delphine LaLaurie (correctísimo alivio cómico el que nos brinda una excelente Kathy Bates), las jugarretas vengativas que perpetua Marie Laveau (súper genial que está Angela Bassett), la inclusión de Stevie Nicks dentro del entramado y el ritual de los Seven Wonders.

Delphine LaLaurie fue una socialité que torturó esclavos afroamericanos y desapareció para jamás saberse de ella, entonces de ahí se ‘‘agarraron’’ los guionistas para empapar al personaje de un aura sobrenatural y bueno, Kathy hace lo que puede con su madame Delphine, pero tal personaje empieza como un buen patiño para las burradas que protagoniza con Preciou… Queenie, y termina siendo alguien muy odioso de seguir. Lo mismo sucede con Emma Roberts y su versión de Lindsay Lohan, porque aceptémoslo, Madison Montgomery está basado en Lohan –milagro que ésta no ha demandado a Murphy por no darle crédito, como lo hizo con GTA V- y Madison pasa de ser una chica cool y extrovertida en una verdadera espina en el ano.

Marie Laveau debió tener su propia temporada, porque dudo que hubieran extendido la tradicional dotación de 13 episodios por los tradicionales 22 que dura una temporada. Por Angela Bassett y su madame del vudú valió la pena divagar que el tema de esta temporada sería la batalla entre la brujería y el vudú, pero eso no duró con la llegada de Hank a la estética de la sacerdotisa. Una pena si lo anterior fue spoiler y una aún mayor si no han visto esta temporada.

Myrtle Snow es otra joya digna de destacar dentro de este particular universo. Cada frase que dice es igual a una merecedora de ser lapidaria y lo que es mejor, es su exquisito gusto por la moda, lo culinario y el arte. Frances Conroy se lució con este personaje, lo cual no me extraña, porque en lo que van de las temporadas, no ha fallado; aunque lo anterior no aplica con Evan Peters y su Kyle, que no aportó más que un subtema extraña de pederastia-incesto-violación hacia él por parte de un familiar suyo, pero fuera de eso, no es entrañable como Tate y Kit.

Si algo caracteriza a AHS son sus capítulos especiales de Halloween y en esta temporada, supuestamente le han brindado un guiño a The Walking Dead, pero al mismo tiempo, han homenajeado a Evil Dead. Otra de las características de AHS es el metalenguaje, que aquí está más que adecuado al mencionar figuras de la cultura pop y ahí radica mi sospecha de Lindsay Lohan como inspiración para el personaje de Emma Roberts.

Me he topado con comentarios en blogs de seriéfilos que esta temporada bajó mucho la calidad, que pareció ser una serie para muchachitas sin neuronas que sintonizan Disney Channel/Nickelodeon/etcétera. Están muy equivocados. Dudo mucho que una jovencita promedio dure viendo a una chica obesa afroamericana masturbándose por un minotauro, mujeres siendo degolladas y asesinadas a sangre fría, decapitaciones crudas por parte de la pareja sentimental de Fiona y de ella misma (gloriosa esa escena). Continúo. Que una chica entienda el guiño hacia Evil Dead cuando Zoe agarra una sierra eléctrica y comienza a desmembrar muertos poseídos, comprendan la leyenda urbana de Stevie Nicks siendo una bruja blanca y encima de eso, las penurias que vive el personaje de Sarah Paulson que, una vez más, le ha tocado sufrir en esta temporada. Tampoco comprenderían la relación Kyle- Madison: Kyle salvando a Madison de la muerte, ella trayéndolo a la vida, él asesinándola en la cama sin que ella pudiera defenderse de su ‘‘creación’’. Todo/a un(a) guiño/versión de Frankenstein.


El ritual Seven Wonders (Siete Maravillas) radica en la reunión de brujas que se creen aptas para aceptar la Supremacía de un aquelarre y deben llevar a cabo la manifestación de siete dones, los cuales (sin un orden, porque no recuerdo) son: Piroquinesis, control mental, telequinesis, descensum (descenso al Infierno, otro detalle que una jovencita sin neuronas no comprendería ni haría debate entre sus amigas), transmutación, resucitación (que no es lo mismo al don de Misty Day) y adivinación. Tal ritual es ansiado por Fiona para encontrar a la bruja que la reemplazará y así asesinarla, transformándose Jessica Lange en la villana de Coven.

El final siempre me pareció controvertido. Se rumoró que Ryan Murphy andaba tras Glenn Close para que participara en Coven y uno supuso que ella sería la madre del personaje de Lange, cosa que jamás pasó; también se dijo que el final de esta tercera temporada no sería ‘‘alegre’’ como el de Murder House y Asylum (no sé qué definición tengan de alegre) y pues… resultó ser lo más edulcorado posible. Con un profesor súper religioso que tengo, no veo verosímil que en el universo de Coven no haya represalias por la acción de Cordelia en el último capítulo.

Lo malo de esta temporada fue lo que hizo especial a AHS: Asylum: el exceso de subtemas dentro de la trama. No había necesidad de darle lugar al supuesto trío Madison-Kyle- Zoe, a los vecinos religiosos -una desperdiciada Patti LuPone- y la ceguera de Cordelia, aparte de que Coven debió durar más de 13 capítulos, porque la historia del Instituto Deveraux es intrigante. Me hubiera gustado saber sobre Mimi Delangpre, la Suprema rusa, Annaleigh Leighton, el papel de Fiona en farmacéuticas para encontrar un antídoto para acabar con la vejez, una guerra entre las brujas vudú y las brujas ordinarias, el linaje de la familia del personaje de Dennis O’Hare, un flashback para Stevie Nicks haciendo una gracia mágica o la supuesta revancha por parte de los cazadores… Eso último hubiera sido ÉPICO en el final de temporada. Pudo haber dado muchísimo ese plan de Madison en enterrar viva a Misty… Ella hubiera sido la única sobreviviente de la brutal hecatombe de los cazadores hacia las brujas de Cordelia. Pero no.

Peor aún fue haber tenido a la sucesora de Fiona todo este tiempo y es pésimo que se dé una pista de eso en el primer capítulo. Uno haciendo memes de Zachary Quinto o Pepper siendo la siguiente Suprema. Y con eso, el tema central de AHS: Coven fue la relación madre-hija. Medio punto por eso, pero muchos puntos por ese concepto del infierno personal, no ese donde siempre hace calor y hay cadáveres ardientes cayendo de lo más alto, sino uno en el que el escenario es un lugar donde está reunido lo peor que hayas vivido y que te costará muchísimo recrear durante la Eternidad. Yo sigo divagando sobre cómo sería el mío y… creo que empezaré por ser buena persona, no vaya a ser que Papa Legba me torture por siempre.




8.5/10

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