Año: 1974.
País: EE.UU.
Director: Tobe Hooper.
Género: Psicópatas.
Sinopsis: Un grupo de amigos
(conformado por una pareja, un tipejo y los hermanos Hardesty [Sally y el
lisiado]) se adentran en lo más profundo de Texas para investigar si algún familiar
difunto de los hermanos ha sido víctima de los saqueadores de tumbas. Le dan
ride (cuando dar ride era estúpido y ahorita lo es MÁS AÚN) a un retrasado que
logra asustarlos… Cada uno de ellos lamentará haberse topado con ese sujeto.
Y aunque esta sinopsis
improvisada suene más a The Hitcher (y su inevitable remake), no estoy tan
alejado de la propuesta de esta película: JAMÁS, JAMÁS DE LOS ‘‘JAMASES’’ LE
DES RIDE A UN TIPO O TIPA (House of the 1000 Corpses).
No puedo creer que esta
película haya sido prohibida en varios países, no sé si cómo estrategia o por
hueva (flojera) de estrenarla en ciertos circuitos (algo ahora muy común en
México, que se dignan a estrenar las películas de terror hasta que les dé la
puta gana).
Yo, de nueva cuenta, cometí
el ‘‘sacrilegio’’ (no creo que sea pa’ tanto) de ver primero el remake (con
Jessica ‘‘7th Heaven’’ Biel) que ver la original. Y las comparaciones son
odiosas, sobretodo para la original, que en mi humilde (y blasfema) opinión, el
remake supo corregir y añadir detalles que, si bien, fue un completo y vasto
infierno el rodaje de esta del 74, en el remake se nota la suciedad, quizás no
tan notoria como en la original, pero bueno… haré un esfuerzo en no hacer
comparaciones.
Es lenta, a pesar de la
coletilla de ‘‘basada en hechos reales’’ (¿no hay algún ser pensante que ponga
en duda que alguien se atreva a estrenar algo enteramente basado en algo
real?), es muy sosa (al principio), tiene unas cuantas sorpresas para el final,
pero es una película simple, demasiado, quizás más que Halloween (1978).
Las actuaciones… con la
excepción de mi queridísima Marilyn Burns (que tiene sus momentos), son… con
diferencia, peores que las de Joey Tribbiani, peores que Kristen Stewart y
Taylor Lautner juntos, peores que Paris Hilton (lo mejorcito de ese modesto
remake que pronto caerá, se los aseguro). El lisiado es lo peor, es el
personaje más insoportable y el que menos se salva de la hoguera, el que debió
transmitirnos que deberíamos de preocuparnos por él e cualquier momento… pero
NO.
Leatherface es ese gigantón
con aires de antihéroe que defiende a su familia de maníacos y obedece cada
orden que le dan, puede que eso haya bajado un poco ese temor que, por lo
general, provoca un Jason o un Michael. Pero no sé, quizás problemas con el
hype, pero me esperaba algo visceral, algo bruto, algo extremo como Evil Dead (la
de Sam Raimi).
La música (Wayne Bell/Tobe Hooper)
y la fotografía (Daniel Pearl) son quizás esos puntos positivos que sobresalen
en este largometraje.
7/10
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