Año: 1978.
País: EE.UU.
Director: John Carpenter.
Género: Psicópatas.
Sinopsis: Un enfermo mental, que hace 15 años asesinó a su hermana mayor, se escapa del manicomio en la víspera de Halloween. Llega a un suburbio donde lo menos que sospechan es que pueda suceder algo terrible. Este psicópata centra su atención en tres amigas: Lynda, Annie y Laurie. El Dr. Loomis tendrá que convencer a las autoridades de que Michael Myers se ha escapado y no tiene buenas intenciones para los habitantes de Haddonfield.
¿Qué
puedo añadir un humilde (y a veces pobre) servidor a este pequeño trozo de
historia? Y no solamente del séptimo arte, sino dentro del género terror.
Es
muy conocida la receta de cocina de la película en turno, sin embargo, después
de cada visionado, es como si presenciáramos algo que no habíamos visto antes,
ya que: Cada vez descubrimos esos easter eggs que recuperarían en las secuelas
que después cayeron, el manejo del suspenso y la catarsis que nos deja
presenciar cada acción (errónea, la mayoría de las veces) de los personajes.
Gracias
a este filme, y sin desearlo del todo, nació la actual, imprescindible dentro
del género de terror y querida reina del Grito: Jamie Lee Curtis. Y ese título
nadie lo ostentará (me pesa mucho a mí, por cierta fascinación por cierta
actriz que ha hecho sus pininos dentro del género).
¿Quién
diría que 29 años después las circunstancias tratarían de ensuciar y revolcar,
no solamente en el desenfreno, sino en la podredumbre y sadismo este modesto filme
independiente? Si, llegó el camarada Rob Zombie y nos ‘‘regaló’’ su particular
visión del filme de John Carpenter. Asunto que trataremos después.
Son
muchas las anécdotas que se cuentan sobre esta película, ahora de culto y
pionera del slasher, aunque el título, en ciertos círculos, lo ostenta Black
Christmas, pero Halloween es más conocida por ser la que ‘‘comenzó’’ la fiebre
del slasher (casi lo que hizo Scream, fiel devota de John Carpenter, Jamie Lee
Curtis, Halloween y el mismo Michael Myers).
Que
el reparto compró su propio vestuario para usarlo en la película; que casi
todos los miembros del staff, productores, familiares, incluso el mismo John
Carpenter usaron la vestimenta de Michael Myers; que añadir a Jamie Lee fue más
que nada una estrategia publicitaria por ser hija de Tony Curtis y Janet Leigh
(sería tonto a estas alturas especificar quién es y donde aparece esta actriz).
Es
simple, es sencilla, pero maneja muy bien las sombras, la iluminación, el
suspenso y sobre todo las persecuciones tan sabrosas que solamente Jamie Lee
sabe realizar.
No
me atrevo a darle una calificación, porque… cuando conocí esta película, ya
había visto demasiadas películas (sobre todo las secuelas de Halloween) y esta
película es demasiado light en cuanto a la trama y en el casi nulo desarrollo
de los personajes, solamente Laurie Strode se salva de la quema.
Para
mí, es una parte de la historia del séptimo arte y no quiero enmasillar eso,
porque sería sobrevalorar (para mí) e infravalorar (para la gran mayoría) este
filme. Pero de darle una puntuación…
8/10
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