domingo, 15 de septiembre de 2013

Reseña: Prometheus

Año: 2012.

País: Estados Unidos.

Director: Ridley Scott.

Género: Ciencia Ficción/Thriller.


Sinopsis: Un grupo de exploradores que descubre una pista que puede llevar a conocer el origen de la humanidad en la Tierra, embarcándoles en un viaje emocionante a los rincones más oscuros del Universo. Sin embargo, una vez allí tendrán que luchar en una aterradora batalla para salvar el futuro de la raza humana.

¿Qué decir y qué no decir sobre Prometheus a estas alturas de la vida? Decir que era la más que anticipada y por ende, una de las películas con más expectativas de aquél tiempo en que fue estrenada, sería decir poco, por lo menos. Y yo no puedo decir que haya cumplido con eso, porque evité a toda costa ver avances publicitarios, para que no me spoilearan la película. ¿Funcionó? Pues yo no me esperaba la escena de la cesárea ni ese final tan caótico.

El inicio de la película se dedica a ser explícito en relación a por donde irán los tiros de esta película, probablemente antes de que los primeros tripulantes perezcan placenteramente (personajes que personalmente no aportaban nada, solamente eran carnaza para las criaturas), Prometheus quiere dárselas de ser filosófica y no es para menos, en la universidad, el profesor de Filosofía quedó encantado con la película, ya que dedicamos dos clases para ver la película, aunque a algunos odiaron la última mitad de la película, fueron poquitos los que quedaron conformes con la primera mitad, o sea, la parte filosófica. ¿Quién nos creó? ¿Por qué nos creó? ¿Cómo fue que nos creo? ¿Fue a su semejanza? ¿Quién creó al que nos creó? Si Dios nos visitara o nos conociera, ¿Cómo carajos se sentiría al lidiar con su propia creación? Hasta ahí la película va muy bien encaminada, al manejar con maestría la religión con la ciencia, también al retratar uno de los escenarios más hermosos que he visto como sobrevolar el río Krossá, la cascada Dettifoss en Islandia y culminando en Escocia. Hasta ahí vamos muy bien.


Las presencias de Noomi Rapace y Michael Fassbender son muy interesantes, sobretodo este último, con los giros que da su personaje y su naturaleza; el personaje de Noomi plantea una de las preguntas más new age que he encarado en lo que llevo de vida: ¿Por qué después de conocer a estos seres, aún porto el símbolo de una religión que, a leguas, se nota que no tiene ni puñetera idea de cómo es realmente Dios? Sencillo. ¿Quién creo a esos Ingenieros? Ahí radicaría el verdadero Creador, no esos Calamardos guapos y atestados de testosterona. Al igual que el recuerdo de Elizabeth Shaw (Noomi Rapace) cuando niña. Revisen esa escena y sabrán de lo que hablo.

Por ahí pulula Charlize Theron con esa presencia de maldita bastarda que será capaz de hacer cualquier cosa y estamos ante la primera queja de la película… Seriously? Sugieren, pero no aclaran de que va Vickers en la jodida historia, Are you fucking kidding me? Y luego está Idris Elba, que a partir de esta película, fui agarrándole cariño (luego descubrí que él fue el único que se tomó en serio su personaje en el vomitivo reboot de Prom Night).

Y es que si apagamos el cerebro, porque si lo dejamos encendido, seguramente quemaremos innecesariamente una buena cantidad de pequeñas neuronas inocentes, la película tiene lagunas, las cuales, no me tomaré la molestia de detallar del uno al infinito, porque aparte de destripar más la película para los que no la han visto (que hacen muy mal, cabe añadir), pues no es mi objetivo señalar que tiene mal hasta un nivel exhaustivo y minucioso, porque si me lo propongo, podría salir un ensayo de los errores que tiene Prometheus a la hora de los chingazos, digo, mejor vean el vídeo ‘‘Everything Wrong With Prometheus In 4Minutes Or Less’’ y que se arme el debate. La culpa, quizás de todo lo malo que pudiéramos hallarle a esta película, es de Damon Lindelof. Apaga y vámonos, que ahí queda la cosa: Él es el responsable y punto.

Que si tiene relación con Alien, mejor optaré por pasarme por el forro esa pregunta, porque no soy precisamente un buen fan de esas películas, porque si alguien me pregunta le respondería: Me fastidio la primera, me gustó la segunda y me encantó la tercera, haré como si la cuarta jamás existió, es más, estoy programado para responder que esa fue un batiburrillo fanfiquero de un escritor frustrado y fan de las películas de ciencia ficción de quinta. Yo puse una sonrisa de oreja a oreja con el guiño final hacia Alien y espero pacientemente a que ya se confirmen las presencias de Fassbender, Rapace y por qué no, de Theron en la cacareada segunda parte (se supone será una nueva trilogía).

Como anécdota personal, esa película la vi dos veces en el cine: Fui al pre-estreno, el cual, fueron mis padres, mi hermano menor y yo, como estaba el chubasco a todo lo que da (algo muy extraño en Monterrey, ajam) pues la sala en la que veríamos la película, tuvo un error y de haber pagado para verla en formato normal, nos pasaron como cortesía a verla en la sala VIP y en 3D. La segunda vez fue en una cita y la persona me bateó (creo que no le gustó la película) ¿Me arrepiento? Para nada. Si alguien quiere estar conmigo, que aguante las películas que a mí me encantan, sean placeres culposos como I know who killed me o auténticas obras maestras como The cabin in the Woods.

Y es interesante (para algunos, algo digno de tacharse como sacrilegio) que vayan a vincular el universo Alien-Prometeo con el de Blade Runner. Si alguien desea darle un vistazo, en este blog mencionan la noticia sobre las intenciones de Ridley Scott.

8.5/10


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