Año: 2013 - 2014
Sinopsis: Han pasado más de 300
años desde los turbulentos días de los juicios de Salem. Aquellas brujas que
lograron escapar ahora están en peligro de extinción. Se están produciendo
misteriosos ataques y por ello, deciden enviar a las más jóvenes a una escuela
especial en Nueva Orleans donde puedan aprender a protegerse. Una de ellas es
Zoe (Taissa Farmiga), que llega al
lugar ocultando un terrible secreto. Además, alarmada por las recientes
agresiones, Fiona (Jessica Lange),
la por mucho tiempo ausente bruja suprema, decide volver al lugar para proteger
a las suyas... y que nadie se interponga en su camino.
Y con esa ‘‘supuesta’’ primicia de Coven, trataré de adentrarme
con una incalculable cantidad de SPOILERS en esta tercera temporada
tan genial que supera a duras penas la primera temporada (bajo mi criterio),
pero que no logra ganarle a la segunda temporada.
No es secreto que el tema de la magia es algo que me llama mucho
la atención. Remontándonos a nuestra dulce infancia o adolescencia, Charmed (1998-2006), Sabrina (1996-2003), Hocus Pocus (1993, Kenny Ortega) y las
primeras dos entregas de Harry Potter
(2001-2002, Chris Columbus) jugaron
un papel importante.
Con AHS: Coven, uno
verá la versión oscura y retorcida de lo mejor de lo anteriormente citado,
incluso con personajes históricos como Madame LaLaurie, Marie Laveau y El
asesino del hacha, o sea, figuras que permanecen dentro de las historias de
terror de Norteamérica.
La trama que sirve como pegamento para los trece capítulos
funciona, pero lo planteado en el primer episodio daba para más.
Se supone que esta temporada trataría de una escuela para
brujas, lo cual se cumple y el personaje de Taissa Farmiga (American Horror Story: Murder House, The Bling Ring) es la sosa excusa para
adentrarnos en ese instituto para jovencitas (ni modo, chicos; Ryan no quería
una versión bruja de Glee) con dones
extraordinarios. Seguiremos a Zoe (Farmiga),
Madison (Emma Roberts), Nan (una
sorpresiva y refrescante Jamie Brewer)
y Queenie (Gabourey Sidibe), las
cuales están bajo la tutela de Cordela (Sarah
Paulson). Luego aparece Fiona (una extraordinaria e infalible Jessica Lange), que aparentemente
regresará a New Orleans para proteger a las chicas de la escuela de los
cazadores de brujas, los cuales quemaron viva a una bruja sin hogar (magnífica Lily Rabe).
Por cierto, el personaje de Lily
Rabe da para todo un post, pero con ‘‘magnífica’’ quiero resumir su
participación dentro de la trama, porque aparte de que uno se encariña con ella
por su inocencia y el aura que la rodea, al menos yo le hallé similitud con Jonna Lee y su iamamiwhoami, entonces… Soy fan de Misty Day y detractor del
trágico giro que tuvo.
Pero no. Se tocan tantos temas, como el hallazgo de Delphine
LaLaurie (correctísimo alivio cómico el que nos brinda una excelente Kathy Bates), las jugarretas vengativas
que perpetua Marie Laveau (súper genial que está Angela Bassett), la inclusión de Stevie Nicks dentro del entramado y el ritual de los Seven Wonders.
Delphine LaLaurie fue una socialité
que torturó esclavos afroamericanos y desapareció para jamás saberse de ella,
entonces de ahí se ‘‘agarraron’’ los guionistas para empapar al personaje de un
aura sobrenatural y bueno, Kathy hace lo que puede con su madame Delphine, pero
tal personaje empieza como un buen patiño para las burradas que protagoniza con
Preciou… Queenie, y termina siendo alguien muy odioso de seguir. Lo mismo
sucede con Emma Roberts y su versión
de Lindsay Lohan, porque
aceptémoslo, Madison Montgomery está basado en Lohan –milagro que ésta no ha
demandado a Murphy por no darle crédito, como lo hizo con GTA V- y Madison pasa de ser una chica cool y extrovertida en una verdadera espina en el ano.
Marie Laveau debió tener su propia temporada, porque dudo que
hubieran extendido la tradicional dotación de 13 episodios por los
tradicionales 22 que dura una temporada. Por Angela Bassett y su madame del vudú valió la pena divagar que el
tema de esta temporada sería la batalla entre la brujería y el vudú, pero eso
no duró con la llegada de Hank a la estética de la sacerdotisa. Una pena si lo
anterior fue spoiler y una aún mayor si no han visto esta temporada.
Myrtle Snow es otra joya digna de destacar dentro de este
particular universo. Cada frase que dice es igual a una merecedora de ser
lapidaria y lo que es mejor, es su exquisito gusto por la moda, lo culinario y
el arte. Frances Conroy se lució con
este personaje, lo cual no me extraña, porque en lo que van de las temporadas,
no ha fallado; aunque lo anterior no aplica con Evan Peters y su Kyle, que no aportó más que un subtema extraña de
pederastia-incesto-violación hacia él por parte de un familiar suyo, pero fuera
de eso, no es entrañable como Tate y Kit.
Si algo caracteriza a AHS son sus capítulos especiales de
Halloween y en esta temporada, supuestamente le han brindado un guiño a The Walking Dead, pero al mismo tiempo,
han homenajeado a Evil Dead. Otra de
las características de AHS es el metalenguaje, que aquí está más que adecuado
al mencionar figuras de la cultura pop y ahí radica mi sospecha de Lindsay Lohan como inspiración para el
personaje de Emma Roberts.
Me he topado con comentarios en blogs de seriéfilos que esta
temporada bajó mucho la calidad, que pareció ser una serie para muchachitas sin
neuronas que sintonizan Disney
Channel/Nickelodeon/etcétera. Están muy equivocados. Dudo mucho que una
jovencita promedio dure viendo a una chica obesa afroamericana masturbándose
por un minotauro, mujeres siendo degolladas y asesinadas a sangre fría,
decapitaciones crudas por parte de la pareja sentimental de Fiona y de ella
misma (gloriosa esa escena). Continúo. Que una chica entienda el guiño hacia Evil Dead cuando Zoe agarra una sierra
eléctrica y comienza a desmembrar muertos poseídos, comprendan la leyenda
urbana de Stevie Nicks siendo una
bruja blanca y encima de eso, las penurias que vive el personaje de Sarah Paulson que, una vez más, le ha
tocado sufrir en esta temporada. Tampoco comprenderían la relación Kyle-
Madison: Kyle salvando a Madison de la muerte, ella trayéndolo a la vida, él
asesinándola en la cama sin que ella pudiera defenderse de su ‘‘creación’’.
Todo/a un(a) guiño/versión de Frankenstein.
El ritual Seven Wonders
(Siete Maravillas) radica en la reunión de brujas que se creen aptas para
aceptar la Supremacía de un aquelarre y deben llevar a cabo la manifestación de
siete dones, los cuales (sin un orden, porque no recuerdo) son: Piroquinesis,
control mental, telequinesis, descensum
(descenso al Infierno, otro detalle que una jovencita sin neuronas no
comprendería ni haría debate entre sus amigas), transmutación, resucitación
(que no es lo mismo al don de Misty Day) y adivinación. Tal ritual es ansiado
por Fiona para encontrar a la bruja que la reemplazará y así asesinarla,
transformándose Jessica Lange en la
villana de Coven.
El final siempre me pareció controvertido. Se rumoró que Ryan Murphy andaba tras Glenn Close para que participara en
Coven y uno supuso que ella sería la madre del personaje de Lange, cosa que
jamás pasó; también se dijo que el final de esta tercera temporada no sería
‘‘alegre’’ como el de Murder House y Asylum (no sé qué definición tengan de
alegre) y pues… resultó ser lo más edulcorado posible. Con un profesor súper
religioso que tengo, no veo verosímil que en el universo de Coven no haya
represalias por la acción de Cordelia en el último capítulo.
Lo malo de esta temporada fue lo que hizo especial a AHS: Asylum: el exceso de subtemas
dentro de la trama. No había necesidad de darle lugar al supuesto trío
Madison-Kyle- Zoe, a los vecinos religiosos -una desperdiciada Patti LuPone- y la ceguera de Cordelia,
aparte de que Coven debió durar más de 13 capítulos, porque la historia del
Instituto Deveraux es intrigante. Me hubiera gustado saber sobre Mimi
Delangpre, la Suprema rusa, Annaleigh Leighton, el papel de Fiona en
farmacéuticas para encontrar un antídoto para acabar con la vejez, una guerra
entre las brujas vudú y las brujas ordinarias, el linaje de la familia del
personaje de Dennis O’Hare, un
flashback para Stevie Nicks haciendo
una gracia mágica o la supuesta revancha por parte de los cazadores… Eso último
hubiera sido ÉPICO en el final de temporada. Pudo haber dado muchísimo ese plan de Madison en enterrar viva a
Misty… Ella hubiera sido la única sobreviviente de la brutal hecatombe de los
cazadores hacia las brujas de Cordelia. Pero no.
Peor aún fue haber tenido a la sucesora de Fiona todo este
tiempo y es pésimo que se dé una pista de eso en el primer capítulo. Uno
haciendo memes de Zachary Quinto o
Pepper siendo la siguiente Suprema. Y con eso, el tema central de AHS: Coven fue la relación madre-hija.
Medio punto por eso, pero muchos puntos por ese concepto del infierno personal,
no ese donde siempre hace calor y hay cadáveres ardientes cayendo de lo más
alto, sino uno en el que el escenario es un lugar donde está reunido lo peor
que hayas vivido y que te costará muchísimo recrear durante la Eternidad. Yo
sigo divagando sobre cómo sería el mío y… creo que empezaré por ser buena
persona, no vaya a ser que Papa Legba me torture por siempre.
8.5/10