sábado, 13 de septiembre de 2014

Reseña: Saló o los 120 días de Sodoma


Título original: Salò o le 120 giornate di Sodoma

Año: 1975

País: Italia / Francia

Director: Pier Paolo Pasolini

Género: Horror / Drama

Argumento: Es una película de 1975 del poeta, ensayista, escritor y director de cine italiano Pier Paolo Pasolini, basada en el libro Los 120 días de Sodoma del marqués de Sade.
Se desarrolla en la República de Saló, en el norte de Italia, durante los años 1944 y 1945, en plena ocupación nazi. La película se encuentra dividida en cuatro segmentos que hacen símil con el Infierno de la novela La Divina Comedia de Dante Alighieri: Anteinfierno, Círculo de las manías, Círculo de la mierda y Círculo de la sangre.

Es una película difícil de ver, la cual a pesar de haber leído primero curiosidades para estar ‘‘curado de espanto’’, ni eso pudo evitar que el visionado demorara en tres partes, por poner un ejemplo: la escena de coprofagia que, teniendo presente el contenido de tal elemento de utilería, uno está tan perturbado y adentrado en ese nefasto universo que, se hace caso omiso a la mezcla de chocolate con mermelada de naranja que resulta ser la hez que un personaje está por comer a la fuerza, incluso se dice que dicha escena homenajea al Marqués de Sade (tal momento sucede porque la víctima llora al recordar a su madre y dicha figura es un tema típico en los escritos de Sade) y es también una metáfora a los alimentos producidos en masa (todos –sin excepción- acuden a un banquete con excremento para degustar).
El contenido radica en escenas de homosexualismo, personas de más de 50 años pidiendo que lleven a cabo actos sumamente grotescos, violentos, humillantes para placer tanto del que está recibiendo como de los terceros que contemplan con horror o con un morbo.

Pier Paolo Pasolini
Tanto así fue el impacto de la trama, que fue prohibida en varios países, conseguirla en formato doméstico es una misión casi imposible, además de otros detalles escabrosos como el asesinato del director por alguien que jamás fue detenido, el suicidio de una de las protagonistas (Sonia Saviange, la pianista) y otros tantos como el detalle de no volver a ver a las jóvenes víctimas en otras producciones cinematográficas -¿Quién volvería a actuar después de participar en algo de semejante magnitud?- y está el detalle de la extensión del largometraje, que supuestamente durante la edición, varios rollos de película fueron robados y usados para chantajear a Pasolini -casualmente el día de su muerte-, es fecha que aún se desconoce el destino de las escenas contenidas en los rollos.

Confieso que para escribir esto tuve que leer reseñas de otras personas, sitios como Wikipedia, Abandomoviez, IMDB, incluso fue gracias a un vídeo en YouTube por el que me dio curiosidad ver esta película, considerada por muchos como una de las películas más difíciles, transgresoras e infames que se han rodado. Lo anterior, pues no estoy muy seguro, porque tuve el infortunio de ver Srpski Film (A Serbian Film, 2010) hace unos años y es fecha que no he vuelto a verla, incluso en The ABC’s of Death (varios directores, 2012) me resultó terrible ver esos cortometrajes que simulaban bien ese submundo del snuff y reuniones para torturar/humillar/vejar tanto inocentes como personas ‘‘maloras’’.

La escena final es escalofriante, porque retrata la indiferencia, la desensibilización a la violencia y el conformismo de las masas: dos colaboradores, que acababan de presenciar y participar en la masacre, aburridos, se ponen a bailar un vals juntos.

El mensaje de esta película pudiera describirlo para las generaciones jóvenes que, por algún modo, se ven inmersos en una institución donde predominan estas personas conocedoras de figuras pensantes como Baudelaire, Nietzche, incluso, como se mencionó en el argumento, hasta a Dante Alighieri. Las vejaciones, transgresiones y parafilias a las que son sometidos, no son más que esa terrible sensación que, los jovencitos pudieran sentir ‘‘figurativamente’’ ante las enseñanzas de estos supuestos filósofos, letrados y conocedores del arte.

A pesar de que reseñar una película de este tipo es una tarea complicada debido a la calificación que pudiera obtener, no me queda claro si darle puntuación alta por el atrevimiento por parte de Pasolini en escribir el guion basado en una obra sadiana y filmarla –con su desafortunado deceso por involucrarse en algo tan aberrante como este largometraje- o darle una baja para que nadie la vea, aunque puede funcionar la psicología inversa en generar morbo y los pocos individuos que leen mis reseñas se atreverán a visionarla.

Sin duda, una película que no se encuentra dentro de mis predilectas, una que no recomendaría ni estando ebrio, pero que forma parte de esas obras que incomodan y que no cualquiera tiene el tiempo, la oportunidad o el valor de verla. Al menos, yo ya la vi y aunque no tengo planeado verla en un futuro, pues… el daño está hecho y esas imágenes explícitas, perversas y ruines están grabadas en mis retinas.

7.5/10

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