Año: 2010
País: Argentina
Director: Gustavo Hernández
Género: Thriller
Sinopsis:
Basada en un suceso real que transcurrió
en 1944, en una vieja casa de campo donde encontraron los cuerpos de dos
hombres brutalmente torturados, sin lengua ni ojos. Las inquietantes
fotografías que se encontraron fueron la clave para resolver el sangriento
crimen.
No
formo parte de los que aprecian y catalogan a este largometraje como una joyita
del cine de terror latinoamericano. Las actuaciones son paupérrimas. La
ambientación podrían montarla más terrorífica en mi casa, a mediodía, con mis
mascotas ladrando y con el repertorio musical horrendo que tienen mis vecinos.
Hablando
de las actuaciones… Pobre la chica que hace un esfuerzo por actuar y tratar de
lucir su miedo naturalmente, pero todo eso se cae cuando habla, que radica en
sonseras, por no decir que el 95% de los diálogos de la chica es recitar ‘‘papá’’
y eso llega no sólo a aburrir, sino que fastidia. No viene a cuento que yo no
sé como actuaría ante una situación así, porque sé cómo reaccionaría y eso le
daría mil vueltas a esta película, porque como ya se mencionó, cualquiera puede
generar ese tipo de atmósfera, incluso con mi celular que parece calculadora –odio
el Nokia Lumia, por cierto-.
Uno
intuye que será una película con tintes sobrenaturales, pero termina siendo una
del subgénero home invasión y para pertenecer a tal clasificación, La Casa Muda
ES UN ABURRIMIENTO Y UNA ENORME PÉRDIDA DE TIEMPO. Lo curioso es que no alcanza
los 90 minutos que suele ser lo mínimo que duran las películas.
Nada
como una reseña rápida –cómo la comida rápida AKA McDonald’s- para una película
que no merece escribirse más de 300 palabras.
15/100
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