Año: 1969.
País: México.
Director: Carlos
Enrique Taboada.
Género: Brujería.
Lo confieso: Será
inevitable no comparar la filmografía de Taboada entre ellas. Lo peor de todo
esto es que, es la que menos me gusta de esa famosa tetralogía sobrenatural del
director tapatío aunque no se crean, tiene muchísimas MÁS películas de terror,
pero Hasta el viento tiene miedo, Más negro que la noche, Veneno para hadas
(próximamente la reseña) y la que ahora estoy reseñando, son las más
‘‘sonadas’’.
La sinopsis es algo
sencilla Silvia,
es la hija de un hombre acaudalado (Joaquín Cordero), ella tiene la rara
costumbre de hablar y jugar con una estatua de un niño de piedra que lee un
libro, la cual se encuentra en el jardín de la mansión. Lo que al principio
parece un juego infantil de la pequeña, se va transformando hasta convertirse
en una macabra situación para su institutriz (Marga López) y posteriormente para todos los
demás.
Hablaré libremente y sin estructuras sobre
esta película (y en futuras reseñas), entonces… ahí voy. Recuerdo que me
contaron que esta película daba demasiado miedo (algo similar escuché sobre The
Exorcist) y me encontré con una película buena, pero no una que recomiende como
otras películas.
Tiene mucho simbolismo, tiene frases que hoy
en día, cualquiera se llevaría cualquier mano a la cara, quién sabe si en su
época (si actualmente son muy puritanos) les haya parecido ‘‘enternecedor’’
escuchar y ver como una niña habla sobre brujería, pentagramas, muerte y del
mismo Diablo (espero no estarme confundiendo con Veneno para las hadas).
Sobre las actuaciones, personalmente
resaltaría a Marga López (as always) y los demás… están correctos, y que me
perdonen todos (Dios incluido), pero aquí Norma Lazareno no luce natural como
su ya mítica Kitty, aquí no le creo casi nada su personaje. Joaquín Cordero
como un hombre reacio, escéptico y estricto con su hija y con casi todos los
personajes, pues muchos dirán que es un personaje difícil de roer, pero siendo
franco, era liberador ver que alguien encarrilara a esa mocosa insoportable de
Silvia. La actriz que personifica a la niña hizo un excelente trabajo al hacer
este personaje igual de agradable que un ataque de calambres y la diarrea
misma.
Algo que suelo reprocharle mucho a la
dirección de Taboada o a la factura técnica, es que reciclan mucho el metraje.
No es para nada agradable ver que en una escena es de noche, crucen el puente
(se ve de día, con toda la resolana del Sol) y luego ya se vea como mediodía y
al final, se ve que es de noche… Tal vez si hubiera cruzado múltiples túneles
gusano del tiempo, pero como no es así.
Personalmente considero a Hugo un personaje
muy sobrevalorado, tal vez no es mítico ni con un trasfondo interesante como
Claudia y la tía Susana, a pesar de que medio se insinúa su pasado, no lo
considero lo suficientemente aterrador como la que podría ser su hermana y tía
fantasmagórica (Claudia y la tía Susana, personajes de las otras películas
reseñadas, no se me confundan).
Lo peor de todo, como cualquier película que
goza (¿y a qué precio?) de cierto culto, se sacaron de la manga (por no decir
que de la …ga) un remake que… se me hace un gran insulto, digo, no ahondaré en
la película, pero se me hace algo ilógico conseguirse al actor que sale en
CUALQUIER PRODUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA DESDE LOS 90’S como el papá de Silvia y a
la pareja de ese ‘‘actor’’ para que represente al personaje de Norma Lazareno
(más que nada el morbo de ver a esa parejita en pantalla).
Calificación: 7/10
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